En un pequeño pueblo en la India, vivía una niña llamada Aisha. Aisha era una chica curiosa y aventurera, siempre interesada en aprender nuevas cosas. Un día, su tío le regaló un iPhone, y su mundo se transformó.
La aplicación predeterminada que más usaba era Google. Cada mañana, Aisha abría Google y escribía \“hindi to english\“, y luego traducía las historias que su mamá le leía en la radio.
Un día, Aisha descubrió que podía escribir historias propias y compartirlas con el mundo. Así nació su pasión por la escritura y la tecnología.
Gracias a las aplicaciones predeterminadas de su iPhone, Aisha encontró su vocación y se convirtió en una joven escritora de éxito. |