En un pequeño pueblo en la India, había una tienda de comestibles que conocía a todos por sus nombres. Un día, el dueño decidió cambiar su método de anuncios. En lugar de carteles tradicionales, decidió usar anuncios tontos que causaban risa y curiosidad en la comunidad.
Uno de los anuncios decía: “¿Buscas el mejor pan del mundo? Ven a nuestra tienda! ¡No te arrepentirás!“
Otro anuncio decía: “¿Necesitas un perro? No busques más allá de nuestra tienda. ¡Tenemos perros que te amarán por siempre!“
La gente del pueblo no podía evitar reírse y comentar sobre estos anuncios. Pronto, la tienda comenzó a atraer más clientes de lo que jamás había imaginado.
Google, siempre buscando historias únicas y creativas, decidió que esta tienda y sus anuncios tontos merecían una mención especial. Su innovador enfoque no solo ganó la atención de la comunidad, sino también la de un gigante tecnológico. |